miércoles, 26 de febrero de 2014



Susan Jocelyn Bell Burnell
 Nacida en Belfast, el 15 de julio de 1943, es una astrofísica norirlandesa que descubrió la primera radioseñal de un púlsarj unto a su tutor de tesis, Antony Hewish.
Más adelante, Bell Burnell asistió a las universidades de Glasgow y Cambridge. En Cambridge, trabajó con Hewish y otros en la construcción de un radiotelescopio para usar los destellos interplanetarios en el estudio de los quásares, que habían sido descubiertos hacía poco (los destellos interplanetarios permiten distinguir fuentes compactas de las distantes). Detectando un pequeño patrón en los registros de las lecturas que se siguió por el cielo con las estrellas, Bell Burnell descrubrió que se trataba de un pulso regular, aproximadamente uno por segundo. Lo denominó temporalmente LGM1(Little Green Man 1, Hombrecillo verde 1) y finalmente identificó la fuente como una estrella de neutrones de rápida rotación.
A pesar de que, como es bien sabido, no obtuvo el Premio Nobel junto a Hewish por su descubrimiento, sí ha sido galardonada por muchas otras organizaciones. Obtuvo la Medalla Michelson del Instituto Franklin (1973, junto a Hewish). En 1978 le fue entregado el Premio J. Robert Oppenheimer Memorial del Centro de Estudios Teóricos de Miami. También ha recibido el Premio Beatrice M. Tinsley de la Sociedad Astronómica Americana (1987), el Magellanic Premium de la Sociedad Filosófica Americana, el Jansky Lectureship del Observatorio Radioastronómoco Nacional, y la Medalla Herschel de la Royal Astronomical Society (1989). También ha recibido numerosos títulos honoríficos, como el de Comandante de la Orden del Imperio Británico así como Colega de la Royal Society.
Es Presidente de Honor de la Burnell House en la Escuela de Gramática Cambridge, en Ballymena, Irlanda del Norte.
Ha permanecido en activo como cuáquera y es Consejera del Instituto Faraday para la Ciencia y la Religión.

Mileva Maric

Mileva Marić (1875 - 1948) fue una matemática serbia y la primera mujer de Albert Einstein. Fue compañera, colega y confidente de Einstein. El grado de participación en sus descubrimientos es muy discutido fuera del ámbito científico.

Nació en Titel, en la provincia de Vojvodina, entonces parte del Imperio austrohúngaro (actualmente en Serbia) en una familia serbia. En 1896 ingresó al Instituto Politécnico de Zurich siendo la única mujer estudiante. Einstein comenzó sus estudios el mismo año. Einstein y Marić tuvieron una hija antes de casarse, de nombre Lieserl, la cual se cree que fue dada en adopción, aunque su verdadero destino es incierto.

Einstein y Marić se casaron el 6 de enero de 1903. De este matrimonio nacieron Hans Albert Einstein, quien luego sería profesor de Ingeniería Hidráulica en la Universidad de California en Berkeley, yEduard Einstein, quien fue internado en un instituto de salud mental, por padecer esquizofrenia.



Carolina Herschel
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Caroline Lucretia Herschel

 (16 de marzo de 1750 – 9 de enero de 1848) fue una astrónoma inglesa de origen alemán. Trabajó con su hermano Sir William Herschel ayudándole tanto en la elaboración de sus telescopios como en sus observaciones. Descubrió ocho cometas entre los que destaca el correo (periódico) 35P/Herschel-Rigollet, que lleva su nombre pues lo descubrió el 21 de diciembre de 1788. De los ocho, seis llevan su nombre.
Nació en una familia numerosa de músicos y no recibió educación formal, ya que su madre pensaba que solo debía recibir la educación propia para ser una buena ama de casa. Tanto su hermano William como Alexander eran músicos y con 22 años se fue con ellos a estudiar canto. Era una buena soprano pero excesivamente dependiente de las directrices de William, cantaba solo cuando este la dirigia. William abandonó la música y comenzó a estudiar astronomía, ella hizo lo mismo. Así comenzó la carrera científica de Caroline, bajo las directrices de su hermano que finalmente la llevaron a formarse por sí misma. En 1786 poseía ya un pequeño observatorio propio. William era el astrónomo del rey y cuando ella tenía 37 años el rey Jorge III le asignó un sueldo como ayudante de su hermano, lo que le dio independencia económica y le permitió convertirse poco a poco en una celebridad en el mundo científico.
Junto con su hermano descubrieron mil estrellas dobles y demostraron que muchas de ellas eran sistemas binarios, con lo cual hallaron la primera prueba de la existencia de gravedad fuera del sistema solar. Cuando William falleció, a pesar de que ya no vivían juntos porque él se había casado tiempo atrás, Carolina abandonó Inglaterra y volvió a Hannover.
Carolina Herschel fue la primera "astrónoma profesional". En 1828 recibió la Medalla de oro de la Royal Astronomical Society, sociedad de la que fue su primer miembro honorario femenino. La nombraron miembro de la Real Academia Irlandesa y en 1846 recibió la Medalla de Oro de las Ciencias del rey Federico-Guillermo IV de Prusia.
Además de como secretaria de su hermano, trabajando independientemente descubrió ocho cometas, tres nebulosas, hizo catálogos. Su trabajo fue reconocido en mayor medida tras su muerte con 97 años.

Acontecimientos favorables



DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER Y LA CIUDADANA. Olympia de Gouges


Si las mujeres estamos capacitadas para subir a la guillotina, ¿por qué no podemos subir a las tribunas públicas? (Olympia de Gouges al pie del cadalso)
La Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana constituye el primer documento que se refiere a la igualdad jurídica y legal de las mujeres en relación a los hombres.
En 1789, en plena revolución Francesa se redacta la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano por parte de la Asamblea Constituyente francesa, prefacio de la Constitución de 1791. Por lo general, en los libros de historia se olvida que la “Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano” consistía en leyes exclusivamente para los hombres (es decir, no se tomaba la palabra “hombre” como un sustituto de la palabra “ser humano”). Por ello, Olympia de Gouges escribió la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana entrando las mujeres, por lo menos a través de un documento no oficial, a la historia de los derechos humanos.
En este documento, Olympia reclama para las mujeres la igualdad que defiende la Revolución Francesa, y denuncia la manera en que ésta, después de aprovecharse de su participación en eventos como la toma de la Bastilla, busca devolver a las mujeres a sus roles domésticos y a los espacios privados, olvidándose de incluirlas en el proyecto igualitario por el que han luchado.
Concreta su idea de igualdad en el concepto de participación ciudadana: tanto hombres como mujeres pueden y deben participar en la construcción de la ley. Además, considera la democracia como el medio adecuado para lograr la igualdad de oportunidades en el acceso de las mujeres a los espacios de poder público.
Reivindica el derecho al voto y el reconocimiento de los derechos y libertades fundamentales, legitimando el derecho de las mujeres a acceder a la educación y a la propiedad libre de la tutela jurídica del varón.
Marca un momento de gran importancia en la historia de las mujeres, ya que fue la primera vez que una mujer reclama derechos de igualdad con los hombres.
Presentada a la Asamblea Nacional Francesa para ser refrendada, no logró el menor impacto. Las revolucionarias francesas protestaron enviando cartas a la Asamblea, que también fueron ignoradas.
Hombre, ¿Eres capaz de ser justo? Una mujer te hace esta pregunta, por lo menos no le prives de ese derecho.
Dime, ¿qué te da imperio soberano para oprimir a mi sexo? ¿Tu fuerza?. ¿Tus talentos? Observa al Creador en su sabiduría, observa en toda su grandiosidad esa naturaleza con la cual parece que quieres estar en armonía, y dame, si te atreves, un ejemplo de su imperio tiránico. Dirígete a los animales, consulta los elementos, estudia las plantas, finalmente echa un vistazo a todas las modificaciones de la materia orgánica, y ríndete a la evidencia cuando yo te ofrezca los medios; busca, prueba, y distingue, si tú puedes, los sexos en la administración de la naturaleza. Allí donde mires los encontrarás mezclados, en todas partes cooperan en armoniosa unión en esta obra maestra inmortal.
El hombre ha levantado solo sus circunstancias excepcionales desde un principio.
Extraño, ciego, hinchado con la ciencia y degenerado -en un siglo de ilustración y sabiduría- en la ignorancia más crasa, él quiere ordenar como un déspota a un sexo que está en la plena posesión de sus facultades intelectuales; él finge para gozar la Revolución y reclamar sus derechos a la igualdad sin decir nada más acerca de ello…
PREÁMBULO Las madres, hijas, hermanas, representantes de la nación, piden que se las constituya en asamblea nacional. Por considerar que la ignorancia, el olvido o el desprecio de los derechos de la mujer son las únicas causas de los males públicos y de la corrupción de los gobiernos, han resuelto exponer en una declaración solemne, los derechos naturales, inalienables y sagrados de la mujer a fin de que esta declaración, constantemente presente para todos los miembros del cuerpo social les recuerde sin cesar sus derechos y sus deberes, a fin de que los actos del poder de las mujeres y los del poder de los hombres puedan ser, en todo instante, comparados con el objetivo de toda institución política y sean más respetados por ella, a fin de que las reclamaciones de las ciudadanas, fundadas a partir de ahora en principios simples e indiscutibles, se dirijan siempre al mantenimiento de la constitución, de las buenas costumbres y de la felicidad de todos.
En consecuencia, el sexo superior tanto en belleza como en coraje, en los sufrimientos maternos, reconoce y declara, en presencia y bajo los auspicios del Ser supremo, los Derechos siguientes de la Mujer y de la Ciudadana.
ARTÍCULO PRIMERO La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden estar fundadas en la utilidad común.
ARTÍCULO SEGUNDO El objetivo de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles de la Mujer y del Hombre; estos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y, sobre todo, la resistencia a la opresión.
ARTÍCULO TERCERO El principio de toda soberanía reside esencialmente en la Nación que no es más que la reunión de la Mujer y el Hombre: ningún cuerpo, ningún individuo, puede ejercer autoridad que no emane de ellos.
ARTÍCULO CUARTO La libertad y la justicia consisten en devolver todo lo que pertenece a los otros; así, el ejercicio de los derechos naturales de la mujer sólo tiene por límites la tiranía perpetua que el hombre le opone; estos límites deben ser corregidos por las leyes de la naturaleza y de la razón.
ARTÍCULO QUINTO Las leyes de la naturaleza y de la razón prohíben todas las acciones perjudiciales para la Sociedad: todo lo que no esté prohibido por estas leyes, prudentes y lógicas, no puede ser impedido y nadie puede ser obligado a hacer lo que ellas no ordenan.
ARTÍCULO SEXTO La ley debe ser la expresión de la voluntad general; todas las Ciudadanas y Ciudadanos deben participar en su formación personalmente o por medio de sus representantes. Debe ser la misma para todos; todas las ciudadanas y todos los ciudadanos, por ser iguales a sus ojos, deben ser igualmente admisibles a todas las dignidades, puestos y empleos públicos, según sus capacidades y sin más distinción que la de sus virtudes y sus talentos.
ARTÍCULO SÉPTIMO Ninguna mujer se halla eximida de ser acusada, detenida y encarcelada en los casos determinados por la Ley. Las mujeres obedecen como los hombres a esta Ley rigurosa.
ARTÍCULO OCTAVO La Ley sólo debe establecer penas estricta y evidentemente necesarias y nadie puede ser castigado más que en virtud de una Ley establecida y promulgada anteriormente al delito y legalmente aplicada a las mujeres.
ARTÍCULO NOVENO Sobre toda mujer que haya sido declarada culpable caerá todo el rigor de la Ley.
ARTÍCULO DÉCIMO Nadie debe ser molestado por sus opiniones incluso fundamentales; la mujer tiene el derecho de subir al cadalso; debe tener también igualmente el de subir a la Tribuna con tal que sus manifestaciones no alteren el orden público establecido por la Ley.
ARTÍCULO UNDÉCIMO La libre comunicación de los pensamientos y de las opiniones es uno de los derechos más preciosos de la mujer, puesto que esta libertad asegura la legitimidad de los padres con relación a los hijos. Toda ciudadana puede, pues, decir libremente, soy madre de un hijo que os pertenece sin que un prejuicio bárbaro la fuerce a disimular la verdad; con la salvedad de responder por el abuso de esta libertad en los casos determinados por la Ley.
ARTÍCULO DUODÉCIMO La garantía de los derechos de la mujer y de la ciudadana implica una utilidad mayor; esta garantía debe ser instituida para ventaja de todos y no para utilidad particular de aquellas a quienes es confiada.
ARTÍCULO DECIMOTERCERO Para el mantenimiento de la fuerza pública y para los gastos de administración, las contribuciones de la mujer y del hombre son las mismas; ella participa en todas las prestaciones personales, en todas las tareas penosas, por lo tanto, debe participar en la distribución de los puestos, empleos, cargos, dignidades y otras actividades.
ARTÍCULO DECIMOCUARTO Las Ciudadanas y Ciudadanos tienen el derecho de comprobar, por sí mismos o por medio de sus representantes, la necesidad de la contribución pública. Las Ciudadanas únicamente pueden aprobarla si se admite un reparto igual, no sólo en la fortuna sino también en la administración pública, y si determinan la cuota, la base tributaria, la recaudación y la duración del impuesto.
ARTÍCULO DECIMOQUINTO La masa de las mujeres, agrupada con la de los hombres para la contribución, tiene el derecho de pedir cuentas de su administración a todo agente público.
ARTÍCULO DECIMOSEXTO Toda sociedad en la que la garantía de los derechos no esté asegurada, ni la separación de los poderes determinada, no tiene constitución; la constitución es nula si la mayoría de los individuos que componen la Nación no ha cooperado en su redacción.
ARTÍCULO DECIMOSÉPTIMO Las propiedades pertenecen a todos los sexos reunidos o separados; son, para cada uno, un derecho inviolable y sagrado; nadie puede ser privado de ella como verdadero patrimonio de la naturaleza a no ser que la necesidad pública, legalmente constatada, lo exija de manera evidente y bajo la condición de una justa y previa indemnización.
EPÍLOGO Mujer, despierta; el rebato de la razón se hace oír en todo el universo; reconoce tus derechos. El potente imperio de la naturaleza ha dejado de estar rodeado de prejuicios, fanatismo, superstición y mentiras. La antorcha de la verdad ha disipado todas las nubes de la necedad y la usurpación. El hombre esclavo ha redoblado sus fuerzas y ha necesitado apelar a las tuyas para romper sus cadenas. Pero una vez en libertad, ha sido injusto con su compañera. ¡Oh, mujeres! ¡Mujeres! ¿Cuándo dejaréis de estar ciegas? ¿Qué ventajas habéis obtenido de la revolución? Un desprecio más marcado, un desdén más visible. […] Cualesquiera sean los obstáculos que os opongan, podéis superarlos; os basta con desearlo.
Escritora y heroína francesa, que reivindicó la igualdad de derechos entre mujeres y hombres en el tiempo de la Revolución Francesa, y considerada como precursora del Feminismo, Marie Gouze nace el 7 de mayo de 1748 en Montauban (Francia).
Se casa a los 17 años, en un matrimonio de conveniencia, y tiene un hijo, pero enviuda tan solo un año después. Se marcha a París con su hijo, y se cambia el nombre por el de Olympe de Gouges. Frecuenta los salones parisienses e inicia una carrera como escritora.
En sus obras, reflexiona sobre su sociedad, sobre su condición de mujer, sobre los problemas que enfrentan las mujeres como género, se atreve a proponer cambios radicales para su época, con una mirada crítica de la realidad y de la desigualdad existente.
Escribe numerosas obras de teatro, entre las que aborda temas relacionados con las condiciones o demandas de las mujeres y de interés social, entre las cuales podemos mencionar: Los peligros de los prejuicios, Mujer misántropa, La necesidad del divorcio, El convento – o forzado Votos, Para la gente, Aristócratas y demócratas, Zamora y Mirza.
L’esclavage des nègres, un alegato contra la esclavitud, es representada en la Comédie Française en 1789.
A pesar de ser una activa partidaria de la Revolución, comienza a manifestar su desencanto con el curso que va tomando el gobierno revolucionario. En particular, denuncia públicamente que la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano no incluye a las mujeres, y como respuesta escribe, en 1791, la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana. En otros escritos defiende un nuevo contrato matrimonial, basado en la igualdad entre esposo y esposa, y se opone a la pena de muerte. En 1793 se arrestada por los jacobinos, acusada de apoyar a los girondinos y de conspirar contra el gobierno revolucionario. Es condenada a muerte y guillotinada el 2 de noviembre del mismo año, a la edad de 45 años, también por “haber olvidado las virtudes propias de su sexo”, como arguyeron sus enemigos. Muchas líderes feministas siguieron su misma suerte y fueron injustamente ejecutadas.
Olympia de Gouges sigue siendo un referente obligado en la historia de las mujeres, así como para la reivindicación de sus derechos.

Acontecimientos favorables

Las Mujeres en la Revolución Científica
El nacimiento intelectual de la Revolución científica les impulsó a examinar y descubrir el universo y de sus fuerzas, la naturaleza del cuerpo humano y de sus funciones. Los hombres utilizaban telescopios y rechazaban la tradicional insistencia sobre la superficie lisa de la luna. Galileo, Leibniz y Newton estudiaron e hicieron gráficos de los movimientos de los planetas, descubrieron la gravedad y la autentica relación entre la tierra y el sol. Fallopio disecciono el cuerpo humano, Harvey descubrió la circulación de la sangre, y Leeuvenhoek descubrió espermatozoides en su microscopio.
Para las mujeres, sin embargo no hubo Revolución científica. Cuando los varones estudiaban la anatomía femenina, cuando hablaban de los órganos reproductores de la mujer, del papel de esta en la procreación, dejaban de ser científicos. Sus conclusiones sobre las mujeres estaban gobernadas por la tradición y la imaginación, no por la observación científica.  Los hombres hablaban en nombre de la nueva ciencia, pero sus palabras procedían de la antigua misoginia. En nombre de la ciencia dieron una supuesta base fisiología a las ideas tradicionales sobre la naturaleza, la función y el papel de la mujer. La ciencia reafirmaba lo que los hombres siempre habían sabido lo que la costumbre, la ley y la religión habían postulado y justificado. Con la autoridad de su investigación “objetiva” y “racional” reinstauraron antiguos supuestos y llegaron a las mismas conclusiones tradicionales: la innata superioridad del varón y la justificante subordinación de la mujer.
Como había descubierto Marie de Gournay, la ensayista francesa del siglo XVII, quienes se dedicaban al estudio científico veían a las mujeres como si estas fuesen de una especie diferente, menos que humanas, en el mejor de los casos, un error de la naturaleza, adecuadas solo  a complacer al hombre.
Marie Le Jars De Gournay
En el siglo XVII, en un examen para médicos aparecía la siguiente pregunta retorica: “¿es la mujer una obra imperfecta de la naturaleza?”
Los textos médicos y científicos apoyaban la limitada capacidad de las mujeres. Malebranche, el filósofo francés del siglo XVII, comentaba que las delicadas fibras del cerebro femenino hacían que las mujeres fueran extremadamente sensibles a todo lo que les llegaba; por tanto, ellas no podían manejar ideas o formar abstracciones. Sus cuerpos y sus mentes eran tan débiles que debían permanecer dentro de los confines protectores del hogar para estar a salvo.
Ningún estudio del cuerpo humano femenino  conllevo a apartar  esos conceptos erróneos sobre los órganos reproductores de las mujeres. En las ilustraciones, el útero seguía apareciendo con forma de frasco con dos cuernos y los manuales para comadronas daban al feto, el papel principal en el parto. Como en los textos médicos griegos y romanos, en esos nuevos  tratados científicos se asumía que los cuerpos de las mujeres regían su función principal, la procreación. Toda la evidencia de la disección y el razonamiento deductivo reafirmaron la superioridad del papel en la reproducción. Los hombres descubrieron el espermatozoide pero no el ovulo. Creyeron que el semen era el único agente activo. Como había hecho Aristóteles casi dos milenios antes, el estudio científico del siglo XVII mantenía la hipótesis de que las hembras proporcionaban la materia, mientras que la vida y la esencia procedían del esperma.
Estas denigrantes y erróneas conclusiones se vieron reafirmadas por la obra del científico inglés del siglo XVII William Harvey.  Tras descubrir la circulación de la sangre, Harvey se dedicó al estudio de la reproducción humana. Diseccionó a una cierva en todas las etapas de su ciclo, preñada y no preñada. Estudio a los pollos y a los gallos. Con toda esta disección y observación, realizo una hipótesis para explicar  la procreación.la mujer, como la gallina con el huevo no fertilizado, proporciona la materia, el hombre da vida y forma a esta última. El semen afirmaba, tenía un poder casi mágico.
La anatomía y la fisiología confirmaban la innata inferioridad de la mujer limitada a la función reproductora. También nadie ponía en duda la conexión fisiológica y la naturaleza: El papel determinante del útero sobre el comportamiento femenino. La potencial influencia de este órgano confirmaba a irracionalidad de la mujer y la necesidad de que esta tenía de aceptar un papel subordinado al varón.
Muchas cosas cambiaron entre los siglos XV y XVIII con respecto a la forma en que hombres y mujeres concebían el mundo, sus instituciones y actitudes. Sin embargo, en lo referente a cuestiones sobre el papel de la mujer  y su cuerpo, no se firmaron nuevas hipótesis. En vez de eso, inspirados por el movimiento intelectual, los hombres argumentaban aún con más rigor los mismos y antiguos preceptos, adornado las viejas creencias. En lugar de romper con la tradición, las nuevas hipótesis se centraban en las tradiciones clásica, religiosa, literaria y la establecida por la costumbre.
Aunque estas actitudes misóginas florecieron y se expandieron, la defensa de las mujeres también había comenzado. En el  libro de la Ciudad de las Damas de Christine de Pisan, pregunta por qué nadie había hablado a su favor, por qué esa visión negativa con respecto a la mujer había continuado. Ella comenta en su libro: “permíteme decirte que lo que tiene que estallar,  estallará en su momento oportuno”
Imagen sobre la ciudad de las damas

lunes, 24 de febrero de 2014

Posibles causas de la discriminación



En cuanto a las causas de la escasez de mujeres en el ámbito científico, estas son heterogéneas y variadas. Van desde el famoso “techo de cristal” hasta la falta de patrones femeninos sólidos. - Falta de seguridad a la hora de desarrollar la labor científica, normalmente poco potenciadas desde pequeñas. - La más conocida de todas, aunque como se observa, no la única: mayor responsabilidad en el cuidado de los hijos, el hogar y las personas mayores de la familia. Al dejar su labor de investigación o docencia, la vuelta al trabajo se convierte en una difícil tarea. El tiempo que permanecen alejadas del trabajo es también pérdida de tiempo y conocimiento de las últimas tecnologías y avances. - El famoso techo de cristal que se erige como barrera que impide a las mujeres ascender en su labor profesional y las condiciona en su vida laboral. Su carácter de invisibilidad viene dado por el hecho de que no existen leyes ni dispositivos sociales establecidos ni códigos visibles que impongan a las mujeres semejante limitación. Su preeminencia radica en que sus rasgos son difíciles de detectar y por tanto, de combatir. Muchas de las interpretaciones que los estudios internacionales atribuyen al techo de cristal subyace en una estructura y un pensamiento machista que se ha sedimentado a lo largo de los años como algo inconsciente. - Otro de los factores invisibles que emergen con fuerza es la ansiedad que provoca en la mujer el sentirse aclamada por sus cualidades físicas, cuando sin embargo, desempeña el mismo cargo que su compañero masculino. Se les exige un nivel de excelencia mayor al de los varones.


Por temas religiosos

Las mujeres en las religiones no son consideradas como sujetos morales: son consideradas como menores de edad que necesitan guías espirituales, varones que las conduzcan por la senda de la moralidad, sobre todo en materia de la sexualidad, en relaciones de pareja y en la educación de los hijos. Las normas morales a cumplir por las mujeres son dictadas por los varones.
  • Las mujeres no son casi nunca reconocidas como sujetos religiosos, la divinidad suele masculina y representada por los varones. 
  • La organización de las religiones se configura la mayoría de veces patriarcal mente. 
  • Las mujeres acceden con dificultad a puestos de responsabilidad en las comunidades religiosas. El poder suele ser detentado por varones. 
  • Las religiones legitiman de múltiples formas la exclusión de las mujeres en temas políticos, de la actividad intelectual y el campo científico. 
  • La mayoría de las religiones niegan a las mujeres el reconocimiento y el ejercicio de los derechos reproductivos y sexual. 


Discriminación de la mujer por género

Muchos creen que la discriminación por género es un tema del pasado. Sin embargo aún es un problema que requiere atención en todo el mundo, solo porque las mujeres ahora puedan votar, no significa que la discriminación por género se haya terminado. En casi todos los aspectos de la vida, tanto los hombres como las mujeres deben tolerar los prejuicios, los abusos y los estereotipos de género. Ser conscientes de los prejuicios de género existentes nos puede ayudar a luchar contra ellos. Aunque las leyes previenen el acoso, la contratación, y los ascensos basados en el género y otros tipos de discriminación en el trabajo, estas cosas aún ocurren y suelen ser difíciles de demostrar. En promedio, a las mujeres se les paga menos que a los hombres por el mismo trabajo ya que a menudo las mujeres son más débiles que los hombres, son más fácilmente abusadas y discriminadas.

La discriminación de género es causada por el sentido de que ciertas ocupaciones son "trabajo para hombres" o "trabajo para mujeres". Aunque hay leyes contra este tipo de discriminación, todavía sigue siendo un factor determinante al contratar a alguien.

         
                                     
Discriminación por identidad de genero

La identidad de género alude a la percepción subjetiva que un individuo tiene sobre sí mismo en cuanto a sentirse hombre o mujer, éste, puede considerarse como el sexo psicológico o psíquico y se constituye en uno de los tres elementos de la identidad sexual junto a la orientación sexual y el rol de género. Sus articuladores son los «cánones vigentes de masculinidad y feminidad», y «se relaciona con el esquema ideoafectivo de pertenencia a un sexo», por lo que sería la expresión individual del género. Toda sociedad tiene un conjunto de esquemas de género, vale decir, una serie de «normas o estereotipos culturales relacionados con el género» que sirven de base para la formación de una identidad social en relación a otros miembros de tal sociedad, y que en consecuencia, dan origen a la identidad de género.


Discriminación por causas culturales

Hay grupos de población que son discriminados por sus características culturales, es decir, sus costumbres y formas de pensar distintas a las de la mayoría de las personas que viven en una comunidad, es el caso de los indígenas, los migrantes y minorías religiosas. La existencia de las diferencias culturales y de raza entre los seres humanos han sido motivo de desavenencias desde siempre y aún hoy en día siguen existiendo. Todos somos iguales y poseemos los mismos derechos pero esto no siempre se lleva a cabo, y por ello la igualdad es algo que debemos patentar y fomentar empezando desde lo más básico, la educación.

De ese modo la integración  hace referencia también a implantar un proyecto que contribuya a eliminar las difererencias raciales y culturales que pueden perjudicar a determinado sector de la población por su religión, creencias, raza, cultura, etc. La presencia de extranjeros e inmigrantes en nuestro país es un hecho que debemos aceptar y debemos contribuir a su integración de la mejor manera posible. 

“La educación debe desarrollar la capacidad de reconocer y aceptar los valores que existen en la diversidad de los individuos, los géneros, los pueblos y las culturas, y desarrollar la capacidad de comunicar, compartir y cooperar con los demás.  Por tanto, las personas deberían comprender y respetarse mutuamente y negociar en pos de igualdad con miras a buscar un terreno común. Así, la educación deberá fortalecer la identidad personal y favorecer la convergencia de ideas y soluciones que refuercen la paz, la amistad y la fraternidad entre los individuos y los pueblos”


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martes, 11 de febrero de 2014

La mujer y la ciencia siglo XIX en Estados Unidos






Gran número de mujeres se introdujeron en ciencia en 1900 ayudadas por los colegios de mujeres y las oportunidades brindadas por algunas de las nuevas universidades.
Siguieron encontrando oportunidades en botánica y embriología . En psicología, las mujeres obtuvieron doctorados, pero fueron alentadas a especializarse en psicología infantil y de la educación, y a tomar trabajos en áreas del cuidado, como trabajos en hospitales y en asistencia social.
La Segunda Guerra Mundial trajo algunas nuevas oportunidades. La Office of Scientific Research and Development, bajo la dirección de Vannevar Bush, se inicia en 1941 con el objetivo de llevar un registro de los hombres y mujeres diplomados en ciencia. Muchas mujeres trabajaron en el Proyecto Manhattan o en proyectos científicos para los servicios militares estadounidenses. Algunas mujeres que trabajaron en el proyecto Manhattan son Leona Woods Marshall, Katharine Way y Chien-Shiung Wu.

Mujeres de otras disciplinas buscaron maneras de aplicar su experiencia en el esfuerzo de la guerra. Tres nutricionistas, Lydia J. Roberts, Hazel Stiebeling y Helen S. Mitchell desarrollarono el Consumo de Referencia Alimenticio en 1941 para ayudar a grupos de militares y civiles a crear planes de alimentación. Se probó su necesidad cuando la comida empezó a necesitar ser racionada.
En la Marina de los Estados Unidos, mujeres científicas llevaron a cabo multitud de investigaciones. Mary Sears, estudiosa del placton investigó técnicas oceanográficas militares como cabeza de la Oficina Hidtrográfica de la Unidad de Ocenografía. Florence Van Straten, química, estudió los efectos del clima durante el combate militar. Grace Hopper, matemática, fue pionera en el mundo de la informática. Fue la primera programadora que utilizó el Mark I y entre las décadas de los 50s y 60s, propició la aplicación de los compiladores para el desarrollo de los lenguajes de programación y métodos de validación.

Mujeres que destacaron
Rachel Carson: trabajó para el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos. En 1962 escribió el libro Primavera Silenciosa que advertía de los efectos perjudiciales de los pesticidasen el medio ambiente y culpaba a la industria química de la creciente contaminación.20 El libro tuvo una enorme influencia, proporcionando unidad y fuerza a lo que hasta entonces era una conciencia incipiente y dispersa, ayudando a que se cristalizara el movimiento ecologista.
 Cecilia Payne-Gaposchkin: en 1925 fue la primera persona en lograr un Doctorado en el área de astronomía en la Universidad de Harvard con una tesis que establecía que las estrellas se componían básicamente de hidrógeno y helio, una las teorías fundamentales en la astrofísica de las estrellas.