MUCIT
viernes, 28 de marzo de 2014
Científicas actuales
Desde la antigüedad y a lo largo de todo el devenir histórico, las mujeres han realizado aportes importantes al desarrollo científico-tecnológico de la humanidad, lo que sucede es que por la cultura androcéntrica que ha prevalecido se les ha invisibilizado por considerársele que son inferiores al hombre desde el punto de vista intelectual; se les ubica en sus roles tradicionales del mundo privado y subordinadas a ellos, cultura que permanece en la conciencia individual y social de muchas hasta nuestros días. Existiendo por tanto un sesgo sexista y androcéntrico en este sentido.
El siglo XX se caracteriza por la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral. Las dos guerras mundiales fueron un factor desencadenante: al marchar los hombres al combate (65 millones de soldados entre todos los contendientes) las mujeres tuvieron que hacerse cargo del trabajo, hubo que recurrir a la mujer para mantener la producción, 430.000 mujeres francesas y 800.000 británicas pasaron de ser doncellas y amas de casa a obreras asalariadas. Las estructuras sociales comenzaron a cambiar. Las modas impusieron faldas y cabellos más cortos, aparecieron las guarderías para los hijos de las trabajadoras y la participación femenina en los sindicatos obreros. Tras la Segunda Guerra Mundial en los países capitalistas la mano de obra femenina representaba un tercio de los trabajadores, mientras que en el mundo socialista era de un 50 por ciento, ya que la Revolución Rusa de 1917 fue la primera en legislar que el salario femenino debía ser igual al masculino: a igual trabajo, igual salario. Las mujeres de la Unión Soviética se instalaron en todos los sectores de la producción. La Europa de la posguerra vio cómo las mujeres se resistían a abandonar sus trabajos para volver a encerrarse en el hogar o trabajar en el servicio doméstico.
En general, hasta la víspera de la Segunda Guerra Mundial (y hasta 1965 en Francia y años más tarde en España) la mujer debe solicitar el permiso del marido para ejercer una profesión. La esposa no puede presentarse a un examen, matricularse en una universidad, abrir una cuenta bancaria, solicitar un pasaporte o un permiso de conducir. Tampoco puede actuar ante la justicia. Para iniciar una acción procesal ha de solicitar una autorización especial, excepto en el caso de que ejerza un comercio separado y autorizado.
Los nuevos tiempos suponen un cambio significativo en la concepción del trabajo femenino: se empieza a considerar que es necesario y que, además, dignifica a la mujer. Las mujeres de clase media, acceden cada vez más a un trabajo más cualificado y mejor retribuido. El aumento fue tan importante que, a finales de los años sesenta, había en Europa occidental, más mujeres oficinistas que hombres. También fue mayoritaria la participación de la mujer en trabajos como el de enfermera, telefonista, comercio, limpieza, peluquerías, etcétera. Actualmente las mujeres copan las universidades y son fuertemente competitivas en todo tipo de trabajos, incluidos los técnicos. Pese a todo en el tercer Mundo continúan marginadas y esclavizadas.
miércoles, 12 de marzo de 2014
Las naturalistas
LAS NATURALISTAS
Tras el periodo medieval se produjo un importante avance en todos los campos de la ciencia, ésta se profesionalizó y su ejercicio pasó a ser exclusivo de los hombres ya que eran los únicos que tenían acceso a la universidad. El trabajo científico de las mujeres quedo relegado a la categoría de una actividad "amateur", centrado sobre todo en la recolección y clasificación de plantas, animales, fósiles, etc. o en otros casos a la función de ayudantes de hermanos y maridos. Mujeres notables en estas actividades fueron las entomólogas Marie Sybilla Merian (XVII) y Anna Blackburne (XVIII), las botánicas Elizabeth Blackwell (XVIII), Mary Granville Delany (XVIII) y Anna Atkins (XIX) las geólogas Martine de Beausoleil (XVII) y Mary Anning (XIX), etc.
En la actualidad existe un campo del saber, la primatología, en la que la representación de las mujeres es muy numerosa y sus trabajos de campo en contacto directo con la naturaleza gozan de un gran prestigio y reconocimiento internacional. Janne Godball, Biruté Galdikas, Dian Fossey, Jo Thompson, Rosa Garriga, Magdalena Bermejo. etc., constituyen una sobresaliente representación de las naturalistas de nuestro tiempo.
Mujeres científicas no reconocidas
Jane Goodball
Jane Goodall
Jane Goodall
(Londres, 1934) Zoóloga y antropóloga británica. Jane Goodall nació en Londres el 3 de abril de 1934, y creció en la localidad de Bournemouth (costa sur de Inglaterra). En su segundo aniversario, su padre le regaló un chimpancé de juguete llamado Jubilee, del que Jane se encariñó desde el primer momento y que en la actualidad, muchos años después, sigue sentado en una silla en su casa de Inglaterra.
Las lecturas favoritas de Jane durante su infancia fueron los libros sobre la vida de los animales, comoEl libro de la selva, lo que sin duda contribuyó a que a los diez años ya soñase con ir a África, vivir entre los animales y escribir sobre ellos.
En 1957, con veintitrés años recién cumplidos, tras estudiar secretariado y trabajar en una compañía de documentales en Inglaterra, y gracias a la invitación de una amiga para trasladarse a Nairobi, pudo viajar a África, si bien antes, para costearse el pasaje, trabajó varios meses de camarera.
Trabajos de campo
Aunque los comienzos de sus investigaciones fueron duros debido al rechazo inicial de la población de chimpancés, poco a poco los animales se fueron acostumbrando a la presencia de Jane y ésta empezó a obtener los primeros resultados. A partir de 1964 formó un equipo con cuya ayuda recopiló y procesó la información obtenida hasta entonces, lo que permitió que el Gombe Stream Research Center se convirtiese en una de las estaciones de campo más importantes del mundo para el estudio del comportamiento animal.
Un año más tarde, en 1965, obtuvo el doctorado honorario en etología por la Universidad de Cambridge (siendo una de las pocas personas que lo ha alcanzado sin acabar la carrera), bajo la supervisión del profesor Robert Hinde, quien la animó a seguir sus trabajos a pesar del escepticismo del mundo científico. Dos años después fue nombrada directora del Gombe Stream Research Center. Entre 1971-1975 fue profesora invitada de la Universidad de Stanford y, a partir de 1973, también de la de Dar es Salaam (Tanzania).
En 1977 fundó el instituto que lleva su nombre, Jane Goodall Institute for Wildlife Research, Education and Conservation, cuyo objetivo principal es impulsar programas de conservación de la especie y mejora de las condiciones de vida de los chimpancés. En 1987, esta prestigiosa científica abandonó la realización de trabajos de campo y se instaló en la localidad de Bornemouth, donde pasa los dos meses al año que reside en Gran Bretaña, ya que, a sus casi setenta años, dedica trescientos días al año a viajar por todo el mundo en defensa de los animales y de su bienestar, dando conferencias sobre la destrucción del medio ambiente y el cambio climático.
Asimismo, lucha por conseguir unas mejores condiciones de vida para los primates en los zoológicos de todo el mundo y contra el comercio ilegal y los experimentos con estos animales. Si todo sigue como hasta ahora, afirma, dentro de cien años los grandes primates ya no existirán, aunque hoy sepamos que el 98 % de nuestro génoma es idéntico al del chimpancé, es decir, que nos diferenciamos de ellos en tan sólo un 2 %.
Una vida en defensa de los primates
Los esfuerzos de Jane Goodall están plenamente justificados, ya que las poblaciones de estos primates han descendido de forma alarmante, y continuada, en las últimas décadas. Hoy en día, se estima que existen unos 100.000 chimpancés, 20.000 bonobos, 50.000 orangutanes, 120.000 gorilas de costa y de las tierras bajas y tan sólo 600 gorilas de montaña. Los cazan para consumir su carne y para usar sus órganos como estimulantes sexuales y en preparados de medicina tradicional.
Frances Elizabeth "Fran" Allen
Nacida en 1932, es una pionera en el campo de la optimización de compiladores. Algunos de sus logros consisten en trabajos originales sobre compiladores,optimización de código y paralelización. Además trabajó en IBM y fue reconocida dentro de la compañía con su nombramiento como IBM Fellow, siendo la primera mujer en recibir este honor.
A principios de los 80, formó el grupo Parallel TRANslation (PTRAN) para estudiar temas relacionados con la compilación para máquinas paralelas. PTRAN fue considerado uno de los grupos de investigación punteros en el mundo, de entre los que trabajaban en paralelismo.
Su trabajo en estos proyectos culminó con la introducción de algoritmos y tecnologías que forman la base teórica de la optimización automática de programas, ampliamente usados en muchos compiladores comerciales desarrollados por la industria.La influencia de Allen en la comunidad de IBM fue reconocida con su nombramiento como IBM Fellow, siendo la primera mujer en recibir este honor. También fue la presidenta de la Academia IBM de Tecnología. La Academia juega un importante papel en la corporación, proporcionando liderazgo tecnológico, avanzando nuestra comprensión de importantes áreas técnicas, y fortaleciendo lacomunicación entre profesionales.
En 1997, Allen fue admitida en el Salón de la Fama WITI. Allen se retiró de IBM en 2002. A principios de 2007, se convirtió en la primera mujer en recibir el Premio Turing de la Association for Computing Machinery. Los motivos son sus "contribuciones que mejoraron fundamentalmente el rendimiento de los programas de computador aceleraron el uso de sistemas de computación de alto rendimiento."
Evelyn Boyd Granville
Nació en Washington en el año 1924, el mismo en que murió Lenin, el líder de la revolución rusa. Lo hizo en el seno de una familia trabajadora de raza negra, compuesta por sus padres,contaba con cinco años cuando se produjo el Crack De Wall Street, el jueves negro que acabó con los felices años veinte y contribuyó a que florecieran los fascismos que llevaron a la humanidad a la Segunda Guerra Mundial. Evelyn, como cualquier niña que crecía en Washington en aquellos años era conscientes de las dificultades generadas por la segregación racial existente en el país, aunque ella no la había sufrido personalmente. Se graduó con un expediente estupendo en el centro de secundaria Dunbar. Evelyn vivía encerrada en su mundo, familiar y académico y sin tomar conciencia de ciertos acontecimientos.
Por fin consiguió su primer trabajo en el Instituto Universitario de Matemáticas y Ciencias de Nueva York. Pasó su primer año de licenciada investigando y dando clases como ayudante a tiempo parcial en el departamento de matemáticas. Para ello tuvo que trasladarse a la ciudad de los rascacielos y allí sintió, en su propia piel, el dolor de la discriminación. Las leyes prohibían la segregación racial, pero las costumbres son más fuertes. Peregrinó de apartamento en apartamento intentando vencer las resistencias de sus propietarios, pero todo fue inútil, acabó viviendo, por poco tiempo en el apartamento de una amiga de su madre. Expresó el dolor de aquella humillación renunciando a ese puesto de trabajo, que justificó diciendo que el ruido, la suciedad y los enormes bloques de hormigón la aplastaban.
La NASA necesitaba directivos formados en matemáticas y ciencias, en 1962 Evelyn se incorporó al equipo de especialistas investigadores en áreas como: análisis numérico digital, mecánica celeste y cálculo de órbitas y trayectorias, de la Compañía Norteamericana de Aviación, la cual diseñaba trabajos para el Proyecto Apolo. En 1963 pasó a IBM, en la División Federal de Sistemas, donde realizó trabajos similares.
Hoy sigue dando clases voluntariamente a universitari@s, en programas tutoriales de nivel elemental y secundario y a adult@s que desean ser alfabetizad@s. Esta mujer, comprometida con la causa de su raza, amante de las matemáticas y las estrellas, de la naturaleza y la familia, de la enseñanza y la comunidad y modelo de superación para las mujeres, es ejemplo de lo que Gianni Rodari llamaba, en su obra Lo que los niños enseñan a los mayores, la voluntad de la especie, la fuerza creadora, la capacidad de supervivencia y transformación del mundo. La capacidad de reaccionar ante las injusticias sociales.
Hedy Lamarr
Actriz austriaca que triunfó en Europa antes de llegar a Hollywood a finales de la década de los años 30. De nombre real Hedwig Eva Maria Kiesler, Hedy nació en Viena el 9 de noviembre de 1913, hija de un poderoso banquero austriaco.
Es conocida como la mujer más hermosa de la historia del cine y también como la inventora de la primera versión del espectro ensanchado.
Por otra parte, Hedy había aprovechado su soledad para continuar sus estudios de ingeniería, y utilizar su inteligencia para obtener de los clientes y proveedores de su marido, los pormenores de la tecnología armamentística ( tecnología militar) de la época. Dichos conocimientos, fueron cedidos por la actriz a las autoridades de los Estados Unidos, años más tarde; igualmente algunas reuniones le sirvieron de guía para idear y patentar, en los años 1940, la técnica de conmutación de frecuencias, que le devolvería notoriedad en los últimos años de su vida.
martes, 4 de marzo de 2014
Chien -Shiung Wu
Chien-Shiung Wu ( 1912 - 1997), fue una física estadounidense nacida en China experta en radioactividad.
Nació el 31 de mayo de 1912. Hizo sus estudios en la Universidad de Nankín. Trabajó en el Proyecto Manhattan (para enriquecer el uranio) y comprobó la violación de la paridad. Sus sobrenombres dados por varios científicos son “Primera Dama de Física”, “Madame Curie de China” y también “Madame Wu”. Falleció debido a un segundo infarto, el 16 de febrero de 1997.
Rita Levi Montalcini
Rita Levi-Montalcini (Turín, 22 de abril de 1909 - Roma, 30 de diciembre de 2012) fue una neuróloga y política italiana. Obtuvo la licenciatura en medicina y el doctorado en neurocirugía. Al término de la Segunda Guerra Mundial emigró a los Estados Unidos, donde trabajó en el laboratorio Viktor Hamburger del Instituto de Zoología de la Universidad Washington en San Luis.
Su trabajo con Stanley Cohen sirvió para descubrir que las células sólo comienzan a reproducirse cuando reciben la orden de hacerlo, orden que es trasmitida por unas sustancias llamadas factores de crecimiento.
En 1986 obtuvo el Premio Nobel de Fisiología o Medicina, que compartió con Cohen. Fue senadora vitalicia, designada por el presidente italiano Carlo Azeglio Ciampi.
Henrietta Swan Leavit
Henrietta nació en Lancaster, Massachusetts, Estados Unidos, en 1868. Allí un grupo de mujeres, llamadas literalmente «calculadoras» (computers) realizaban tareas relativamente mecánicas, como examinar meticulosamente placas fotográficas o hacer tediosos cálculos (de ahí su denominación). Dada la época, este trabajo de astronomía era poco reconocido y valorado, y generalmente eran los supervisores quienes se llevaban todo el mérito. En este caso, el trabajo de Leavitt quedó literalmente eclipsado al ser atribuido a sus superiores, Edward Pickering y especialmente Edwin Hubble que, según sus biógrafos, era poco dado al trabajo en equipo.
Los grandes descubrimientos científicos a veces tienen sus orígenes en el análisis detallado de datos aburridos y repetitivos, y en el caso de Henrietta Leavitt ciertamente que así fue. En el estudio de todas las placas fotográficas que analizaba, observó cierto patrón en el comportamiento de un tipo de estrellas variables llamadas Cefeidas. Leavitt publicó en 1912 un trabajo original en el que explicaba que según sus datos esas estrellas palpitaban con un ritmo regular y tenían una mayor luminosidad intrínseca cuanto más largo era su periodo, lo cual parecía suceder de una forma bastante predecible. Se titulaba «Periodos de 25 estrellas variables en la pequeña Nube de Magallanes».
Edwin Hubble combinó las ideas del trabajo de Leavitt con otros datos astronómicos como los del corrimiento al rojo, también descubiertos por otros científicos y de ese modo pudo asombrar al mundo en 1923 revelando que una mancha borrosa observada en la constelación de Andrómeda era una enorme galaxia de 100.000 años luz de diámetro y millones de estrellas (ahora conocida como M31) situada a unos 900.000 años luz de la Tierra. Un año después Hubble pudo afirmar que el universo estaba formado no sólo por nuestra galaxia, la Vía Láctea, sino por muchas otras galaxias lejanas. A esto siguieron otros trabajos que indicaban que el universo estaba en expansión y también una primera aproximación a su tamaño.
Todo ello, basado en buena parte en las fórmulas de Leavitt.
Incluso hoy en día, esos datos, patrones y formulas relativas a las Cefeidas se siguen usando para estudiar las distancias relativas entre las estrellas y otros objetos estelares: datos tan relevantes como el tamaño de nuestra galaxia, la distancia a estrellas lejanas o el tamaño del universo están todos ellos basados en los trabajos, observaciones y descubrimientos de Henrietta Leavitt en los albores del siglo XX.
Una historia desconocida
La historia de Henrietta Leavitt es ciertamente desconocida para el gran público. No figura en muchos libros, ni es conocida a pesar de haber sido una mujer que hizo descubrimientos importantes en un mundo de astrónomos, tradicionalmente «sólo de hombres». Tal y como se cuenta, Leavitt no recibió grandes reconocimientos en su día, ni ninguna medalla, ni premio. Pasó a la historia sin que quedaran tras de ella demasiados documentos sobre su vida, buena parte de la cual sigue siendo un misterio.
Durante toda su vida, el título profesional de Leavitt fue simplemente el de «ayudante» (assistant) y ella misma nunca pidió que la llamaran de otra forma. Padeció sordera al poco de comenzar su trabajo en el observatorio, que se acentuaría con los años, de modo que el silencio la acompañaría el resto de su vida. Murió de cáncer en 1921, a los 53 años. Tal y como cuenta Lightman, poco antes había dejado un testamento legando todos sus bienes y posesiones a su madre.
En 1925, cuatro años después de su muerte, el matemático sueco Gösta Mittag-Leffler escribió una carta a Henrietta Leavitt. Su intención era proponerla para ser nominada al Premio Nobel por sus trabajos sobre las estrellas variables y los cálculos de las distancias estelares. Sin embargo, y puesto que los premios Nobel no pueden ser entregados a título póstumo, nunca llegó a ser nominada.
Hoy en día, a modo de homenaje, el asteroide y el Cráter Leavitt en la Luna deben su nombre a Henrietta Swan Leavitt, la gran astrónoma y «calculadora» americana.
Marie Curie
Maria Salomea Skłodowska-Curie, conocida habitualmente como Marie Curie (Varsovia, Polonia, 7 de noviembre de 1867 ), fue una química y físicapolaca, nacionalizada francesa. Pionera en el campo de la radiactividad, fue, entre otros méritos, la primera persona en recibir dos Premios Nobel en distintas especialidades, Física y Química, y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París.
Nació en Varsovia (Zarato de Polonia, Imperio ruso), donde vivió hasta los 24 años. En 1891 se trasladó a París para continuar sus estudios. Fundó el Instituto Curie en París y en Varsovia. Estuvo casada con el físico Pierre Curie y fue madre de Irène Joliot-Curie (también galardonada con el Premio Nobel, junto a su marido Frédéric Joliot-Curie), y de Eva Curie.
Marie Curie y Pierre Curie estudiaron las hojas radiactivas, en particular el uranio en forma de pechblenda, que tenía la curiosa propiedad de ser más radiactiva que el uranio que se extraía de ella. La explicación lógica fue suponer que la pechblenda contenía trozos de algún elemento mucho más radiactivo que el uranio.También descubren que el torio podía producir radiactividad. Tras varios años de trabajo constante, a través de la concentración de varias clases de pechblenda, aislaron dos nuevos elementos químicos.
El primero, en 1898, fue nombrado como polonio en referencia a su país nativo.El polonio fue el primer elemento químico que recibió su nombre por razones políticas. El otro elemento fue llamado Radio (Ra) debido a su intensa radiactividad. Siempre trabajaron durante estos años en un cobertizo y Pierre era el encargado de suministrar todos los medios y artilugios para que Marie trabajara. Pierre tenía temporadas de una gran fatiga que incluso le obligaban a reposar en cama, además de que los dos sufrían quemaduras y llagas producidas por sus peligrosos trabajos radiactivos
Poco después Marie obtuvo un gramo de cloruro de radio, lo cual consiguió tras manipular casi ocho toneladas de pechblenda. En 1902 presentan el resultado y les invitan a todas las sedes científicas, y a todas las cenas y reuniones sociales, lo que les lleva a la fama. Los científicos les mandaban cartas y los estadounidenses les pedían que dieran a conocer todos sus descubrimientos. Tanto Pierre como Marie aceptan y prestan todas sus investigaciones sin querer lucrarse de ello mediante patentes, un hecho que es aplaudido por todo el mundo.
Sólo unos meses más tarde de su última visita a Polonia, en la primavera de 1934, Curie, después de quedarse ciega, murió, el 4 de julio de 1934, a causa de una anemia aplásica, probablemente debida a las radiaciones a las que estuvo expuesta en sus trabajos, y cuyos nocivos efectos eran aún desconocidos. Fue enterrada junto a su marido en el cementerio de Sceaux, pocos kilómetros al sur de París.
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Mary Anning
Mary Anning (1847) fue una paleontóloga, coleccionista y comerciante de fósiles inglesa, conocida en todo el mundo por los numerosos hallazgos de importancia que realizó en los lechos marinos del período Jurásico en Lyme Regis donde vivía.2 Su trabajo contribuyó a que se dieran cambios fundamentales en la manera de entender la vida prehistórica y la historia de la Tierra que ocurrieron a principios del siglo XIX.
Los más destacados son el primer esqueleto de ictiosauro en ser identificado correctamente, los primeros dos esqueletos de plesiosauros en ser encontrados, el primer esqueleto de pterosaurio encontrado fuera de Alemania y algunos fósiles de peces importantes. Sus observaciones tuvieron un papel importante en el descubrimiento de que los fósiles de belemnites contienen sacos de tinta fosilizada y que los coprolitos, conocidos como piedras bezoar en esa época, son heces fosilizadas. Su obra fue fundamental en los cambios que ocurrieron a principios del siglo XIX en las ideas científicas sobre la vida prehistórica y la historia de la Tierra.
Mary Anning (1847) fue una paleontóloga, coleccionista y comerciante de fósiles inglesa, conocida en todo el mundo por los numerosos hallazgos de importancia que realizó en los lechos marinos del período Jurásico en Lyme Regis donde vivía.2 Su trabajo contribuyó a que se dieran cambios fundamentales en la manera de entender la vida prehistórica y la historia de la Tierra que ocurrieron a principios del siglo XIX.
Los más destacados son el primer esqueleto de ictiosauro en ser identificado correctamente, los primeros dos esqueletos de plesiosauros en ser encontrados, el primer esqueleto de pterosaurio encontrado fuera de Alemania y algunos fósiles de peces importantes. Sus observaciones tuvieron un papel importante en el descubrimiento de que los fósiles de belemnites contienen sacos de tinta fosilizada y que los coprolitos, conocidos como piedras bezoar en esa época, son heces fosilizadas. Su obra fue fundamental en los cambios que ocurrieron a principios del siglo XIX en las ideas científicas sobre la vida prehistórica y la historia de la Tierra.
El sexo y la clase social de Anning fueron las razones por las que no pudo participar completamente en la comunidad científica británica de principios de siglo XIX, dominada por caballeros ricos anglicanos, y no fuera citada por completo en sus contribuciones. Aunque llegó a ser conocida en los círculos de geólogos de Gran Bretaña, Europa y América, tuvo dificultades financieras durante la mayor parte de su vida.
Al ser una mujer de clase trabajadora, Anning siempre sería una intrusa a la comunidad científica. En esa época a las mujeres de Gran Bretaña no se les permitía votar (ni a los hombres de clase obrera que eran demasiado pobres para cumplir con el requisito de tener propiedad), ocupar cargos públicos o asistir a la universidad, y la recientemente formada, pero cada vez más influyente Sociedad Geológica no permitía siquiera a las mujeres asistir a las reuniones en calidad de invitados, y mucho menos convertirse en miembros. También era esgrimido en su contra el origen trabajador de Anning y la situación de su familia como disidentes religiosos, que casi con toda seguridad puede afirmarse que Anning fue sujeta a discriminación en una ciudad conservadora como la de Lyme Regis. En la mayoría de los casos, las ocupaciones que sólo estaban abiertos a las mujeres de clase baja en ese momento eran los trabajos agrícolas, el servicio doméstico, y (cada vez más) el trabajo en las fábricas de reciente apertura. Aunque Anning sabía más sobre fósiles y geología que la mayoría de hombres paleontólogos a los que vendía, eran sólo estos señores los que publicaron la descripción científica de los especímenes que ella encontró, a menudo negándose a mencionar su nombre. Con el tiempo, esto provocaba que se sintiera cada vez más contrariada. Más tarde, una joven que a veces la acompañaba mientras ella recogía, escribió: «Mary dice que el mundo la ha utilizado hasta la saciedad... estos hombres de ciencia han chupado su cerebro, y han sacado un gran partido publicando obras, de las cuales ella elaboró los contenidos, recibiendo nada a cambio».
Sophie Germain
Nació en París en el año 1776 en una familia burguesa que participó en la revolución francesa, durante la misma se refugió en casa y se dedicó a la lectura de libros de la biblioteca. Estudió matemáticas por su cuenta, fue autodidacta, disfrazándose de hombre para poder entrar a estudiar en lugares de matemáticos (donde solo dejaban entrar varones). En sus investigaciones y estudios, los autografiaba como "Sr. Leblanc", para ocultar su identidad. Su interés por la matemática era tanto, que hacía todo lo posible a su alcance para poder demostrárselo a los demás.
Fue una matemática francesa que hizo importantes contribuciones a la teoría de números y la teoría de la elasticidad. Uno de los más importantes fue el estudio de los que posteriormente fueron nombrados como números primos de Sophie Germain (números primos cuyo doble incrementado en una unidad es también un número primo). Matemática, física y filósofa. A pesar de la oposición de sus padres y las dificultades presentadas por una sociedad sexista, ganó su educación de libros extraídos de la biblioteca de su padre y de correspondecia con famosos matemáticos como Lagrange, Legendre y Gauss. Debido al prejuicio contra su sexo, no pudo establecer una carrera en matemáticas, por lo que trabajó independientemente a lo largo de su vida.
Una de las mayores contribuciones de Germain a la teoría de números fue la demostración matemática de la siguiente proposición: si x, y, z son enteros y x5 + y5 = z5, entonces al menos uno de ellos (x, y, o z) es divisible por cinco. Esta demostración, que fue descrita por primera vez en una carta a Gauss, tenía una importancia significativa ya que restringía de forma considerable las soluciones del último teorema de Fermat, el famoso enunciado que no pudo ser demostrado por completo hasta 1995.
Una de sus más famosas identidades, más comúmente conocida como Identidad de Sophie Germain expresa para dos números x e y que:
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